Alienados

ALIENADOS

MANUEL GONZÁLEZ ORVIZ

Ex coordinador general de Izquierda Unida en Asturias

Viernes, 13 octubre 2017, 18:21

Son tiempos de alienación. Quieren hacernos ver que es el momento de elegir una bandera y tras ella, en formación cerrada, combatir. Son legión los que ya tienen bando, pelean y han tomado posición. Los que fieles a los dictados de la ortodoxia propia, a uno y otro lado, tras estelada o rojigualda, da igual, están vigilantes a las desviaciones de los demás. Más aún, si entienden que deberían ser de los suyos.

Me niego a aceptar esta lógica que beneficia por igual a Puigdemont y a Rajoy. En sus circunscripciones, les crecen los fieles. Resetean nuestra memoria, ya de por sí frágil, para olvidar que defienden la misma política económica, que han aplicado los mismos recortes, que son –ambos y por igual– deudos directos de la corrupción y servidores del mismo Señor. Me niego a aceptar que el principal problema de este país, España o Catalunya, sea territorial –siendo ‘gordo’ lo que están montando– y no de clase, de la mayoría social. Que el empobrecimiento de la población, pérdida de derechos y calidad democrática, al norte o al sur del Ebro, no sea la prioridad social, política y mediática en este momento.

Soy partidario de que los pueblos puedan ejercer sus derechos y, por ende, que se debe celebrar una consulta en Catalunya y muchas otras más en España sobre modelo social y la forma de Estado. Pero me sorprende que, de forma transversal, como gusta decir ahora, se reduzca la democracia exclusivamente al ejercicio del voto –incuestionable– olvidándose de los demás principios de este estado social y democrático de derecho y del respeto a la legalidad. Que esta lógica simple haga a unos defensores de la libertades y a otros, de un orden constitucional que no han defendido y han violado con reiteración.

La izquierda, toda, la reformista o altenativa, la ‘vieja’ o la ‘nueva’ –esta, si quisiera serlo, ya que se niega a definirse así– está atrapada en esta lógica territorial haciendo de nosotros –aquí están los míos– actores secundarios y de la cuestión social, que debería ser el eje de nuestro discurso, un elemento accesorio de la representación. Siento que sea así, pero es que la agenda la están marcando otros. Es más, algunos parecen sentirse cómodos con el ‘proces’ e incluso teorizan –no lo comparto, evidentemente y los argumentos darían para otro artículo– que puede ser la brecha que rompa con el pacto de 1978 y abra un nuevo proceso constituyente en Catalunya y España. Dudo, racionalmente, del carácter social y solidario de la república de los herederos de Pujol. No se trataría de una ruptura con el régimen, sino de su afianzamiento por la derecha. Cuando las utopías no tienen solidez, y en la actual correlación de fuerzas no la tienen, son simples quimeras.

La izquierda vive en el riesgo de la pérdida del sentimiento de la propia identidad que nada tiene que ver con las banderas y el identitarismo de las siglas sino con los principios y los valores. Debemos reconocernos en ellos, en nuestras luchas, en nuestras conquistas y en nuestras derrotas. Tenemos mucho que ver con la lucha contra la dictadura, con haber violentado su ilegalidad y con el consenso constitucional necesario para superarla. Sólo reconociéndonos herederos de ello y tratando de sumar fuerzas podremos conquistar un proceso constituyente de carácter federal, republicano y solidario, una ruptura por la izquierda. Unidos en una casa común pero fragmentados en causas territoriales no seremos capaces de sumar y nuestro espacio queda libre. En Europa tenemos referencias preocupantes.

El diálogo es la solución. Axioma irrefutable desde la pura retórica, pero entended que en las circunstancias actuales, con el mismo marco de debate y los mismos interlocutores sería un diálogo de besugos. ¿Y si el marco fuera otro? ¿Cuál sería el contenido y cuáles los limites? ¿Estarían representados todos los intereses? Me preocupa que al final el acuerdo se haga desde una perspectiva ‘asimétrica’ y con ello se lleve por delante la cohesión social y el equilibrio territorial. En cuyo caso debemos estar preparados para ese momento del diálogo político tanto desde la izquierda como desde Asturias por lo que nos va en ello.

Publicado en El Comercio 13/10/2017

http://www.elcomercio.es/politica/alienados-20171013181019-nt.html

Güei en Vero, actu contra la ignominia del silencio y l’olvidu

Cuando se noma a daquién puédese cometer la inxusticia de la omisión involuntaria, pero lo realmente grave ye la invisibilización forzosa y antemanada, como asocedió con toles persones represaliaes y fusilaes na guerra civil, nel  ignominioso silenciu y el ignominioso olvidu al que fueron sometías por aquel ignominioso réxime que siguió a la República.

Nun día como güei, esos asesinatos –los físicos y el de la memoria- clamen por poner puntu y final a les décades d’olvidu. Por eso, nesti artículu lo que quiero ye destacar la necesidá de xusticia, verdá y «reparación» pa toos aquellos represaliaos d’España y, equí, especialmente, de Samartín del Rei Aurelio y de la parroquia de la Hijuela o Santa Bárbola, onde a bien de persones, más d’un centenar, arrampuñáron-yos la vida na posguerra, ensin que l’amnesia impuesta pol franquismu y los sos herederos pudiera borrar los sos nomes, les sos hestories y el so sacrificiu. Un silenciu y una represión que buscaba amedranar y apavorar a tolos que’l réxime catalogaba de “desafectos”, un primer pasu pa la so deshumanización, necesaria pa la so tortura o desapaición.

Los monolitos que s’inauguren güei representen, pa mi, el nome d’estes persones, el d’elles y el de toes aquelles que como a elles arrampuñáron-yos la vida, la mayoría en plena mocedá, condergándoles a la invisibilidá y a les sos families a la lacerante situación de desafectos a un réxime xenocida, arguyosos de selo, que con ello clasificaba pa una forma d’esterminiu físicu o segregación civil.

Nel Bescón de Ludivina asesinaron a 4 persones, dos d’elles -Alfredo Llaneza González, “El GItano”; y José García Alvarez, “Barrendero”- siguen soterraes ellí mesmu. Unos metros más embaxo, nel Granxu, ta soterráu’l mio tíu, Arsenio González Llaneza, “El Llargu”; y nel campusantu, sumíos yá los sos restos, ta’l d’El Batán, Julio Rozada Calleja, “El Chore”.

Nel Xerru Vayuetu ta la tumba de Mario Llaneza Rozada, l’otru Gitano, fíu del asesináu del Bescón, que perdió la vida allá de primeres de los 50, como los sos otros dos hermanos y munchos parientes más.

Por ellos y les sos families, güei tenemos de celebrar estos monolitos como parte de la verdá, de la xusticia y de la «reparación». Izquierda Xunida d’Asturies empeñárase nello mientres la so presencia nel Gobiernu d’Asturies, con un inxustu costu políticu y personal pero que, a la fin, como agora, la verdá va resplandir. Ye de xusticia.

Manuel González Orviz.                                                                                           
Coordinador d’IX d’Asturies.                                                                                     
Rojo  y republicanu.

Hoy en Veró, acto contra la ignominia del silencio y el olvido

Cuando se nombra a alguien se puede cometer la injusticia de la omisión involuntaria, pero lo realmente grave es la invisibilización forzosa y premeditada, como sucedió con todas las personas represaliadas y fusiladas de la guerra civil,  en el ignominioso silencio y el ignominioso olvido al que fueron sometidos por aquel ignominioso régimen que siguió a la República.

En un día como hoy, esos asesinatos –los físicos y el de la memoria- claman por poner punto y final a las décadas de olvido. Por eso, en este artículo lo que quiero es destacar la necesidad de justicia, verdad y reparación para todos aquellos represaliados de España y, aquí, especialmente, de Sanmartín del Rei Aurelio y de la parroquia de la Hijuela o Santa Bárbara, donde a muchísimas personas, más de un centenar, les arrebataron la vida en la posguerra, sin que la amnesia impuesta por el franquismo y sus herederos haya podido borrar sus nombres, sus historia y su sacrificio. Un silencio y una represión que buscaba amedrentar y aterrorizar a todos los que el régimen catalogaba de “desafectos”, un primer paso para su deshumanización, necesaria para su tortura o desaparición.

Los monolitos que se inauguran hoy representan, para mí, el nombre de estas  personas, el de ellas y el de todas aquellas que como a ellas les arrebataron la vida, la mayoría en plena juventud, condenándolas a la invisibilidad y a sus familias a la lacerante situación de desafectos a un régimen genocida, orgullosos de haberlo sido, que con ello clasificaba para una forma de exterminio físico o segregación civil.

En el Bescón de Ludivina asesinaron a 4 personas, dos de ellas -Alfredo Llaneza González, “El Gitano”; y José García Alvarez, “Barrendero”- siguen enterradas allí mismo. Unos metros más abajo, en el Granxu, está enterrado mi tío, Arsenio González Llaneza, “El Llargu”; y en el cementerio, desaparecidos ya sus restos, está el de El Batán, Julio Rozada Calleja, “El Chore”.



En el Xerru Vayuetu está la tumba de Mario Llaneza Rozada, el otro Gitano, hijo del asesinado del Bescón, que perdió la vida allá al principio de los 50, como sus otros dos hermanos y muchos parientes más.

Por ellos y sus familias, hoy debemos celebrar estos monolitos como parte de la verdad, de la justicia y de la reparación. Izquierda Unida de Asturias se empeñó en ello durante su presencia en el Gobierno de Asturias, con un injusto coste político y personal pero que, al final, como ahora, la verdad resplandecerá. Es de justicia.

Manuel González Orviz.

Coordinador de IU de Asturias

Rojo y republicano.                                              

LAS PERSONAS, PRIMERO

Publicado en Asturias Diario, 23 de febrero de 2015

Izquierda Unida de Asturias culmina este año un nue­vo ciclo de participación, transparencia en la gestión y apertura a la sociedad que comenzó en la asamblea de 2012. Los hombres y mujeres de IU aprobamos devolver a la militancia el poder real, con un nuevo modelo de elección de de todos los cargos, orgánicos e ins­titucionales. Hoy sábado, cuando salga este artículo, esta­remos votando la lista al parlamento regional, en una con­sulta que deja a cada militante y simpatizante el poder de decisión sobre quiénes serán sus representantes, porque se trata de una lista desbloqueada, donde cada voto decidirá el lugar definitivo de cada uno de las personas que conformen esa candidatura.

En enero, militancia y simpatizantes decidieron que Gaspar Llamazares fuera nuestro candidato. Hoy decidi­mos quiénes le acompañarán en el Parlamento autonómico.

Como coordinador aposté por modelo participativo y estoy orgulloso de haberlo hecho, porque creo que sólo con más democracia podremos dar, de verdad, respuesta a las necesidades de la gente. Pero este no es mi proyecto, yo solo soy uno más y mi voto tiene el mismo valor que el de cual­quiera de los 2.376 afiliados y de los 2.100 simpatizantes de IU. Es una apuesta por lo colectivo, alejada de personalismos e hiperliderazgos. Aquí, quien de verdad importa, hoy y en el futuro, es nuestra organización, Izquierda Unida, que debe ser la herramienta de cambio para poner fin a las políticas depredadoras del bipartidismo, que son el origen del sufri­miento de la gente. Y esa fuerza es la suma de todas nuestras fuerzas.

Militancia y simpatizantes también decidirán en Gijón, Avilés, Oviedo, Siero, Mieres y Langreo sus listas a cada uno de esos Ayuntamientos. Es el mismo modelo: el lugar defi­nitivo que cada uno de los integrantes de la lista logre será aquel que decidan las bases.

El reto es lograr unas candidaturas lo más representa­tivas de la voluntad de la gente, y eso forma parte de algo que Izquierda Unida lleva trabajando desde su constitución y que yo defiendo sin fisuras: las personas primero, sin ma­tices, ni condicionantes. Más, porque en una sociedad ame­nazada por el retroceso de los derechos civiles, políticos, so­ciales y económicos, con la excusa de la crisis, la izquierda real y alternativa, tiene que adaptarse a las necesidades de la gente para poder satisfacerlas.

Tenemos que enfrentarnos al bipartidismo, al PP-PSOE, que han sido engranaje y polea de transmisión de los inte­reses del poder económico que ha secuestrado al propio Es­tado, y eso nos exige la máxima participación para plantar cara a las decisiones políticas orientadas a proteger a los po­derosos, a costa del bienestar de la gente.

Izquierda Unida lleva años rechazando el modelo depre­dador que, ya antes de la crisis, el bipartidismo ha ido cons­truyendo. Hemos salido a la calle para defender los intereses de la mayoría, muchas veces en solitario, sin más fuerzas que nuestra propia fuerza organizativa e institucional.

Hoy, los hombres y mujeres de IU seguimos en el pro­ceso de fortalecimiento interno porque, para dar respuesta a la gente, solo hay un camino: las personas, primero.

http://www.asturiasdiario.es/web/?p=20697

YO SIN BALBINA NO PUEDO VIVIR

Yo sin Balbina no puedo vivir

De Remedios Palomo*

“Yo sin Balbina no puedo vivir”. Con estas palabras respondió Ceferino Farfante a su interlocutor  en Cangas el día 12 de septiembre de 1936, cuando éste trató de advertirle del serio peligro que corría su vida si continuaba en el empeño de encontrar a su mujer.

“Yo sin Balbina no puedo vivir” quizá no sean suficientes palabras para entender que Ceferino no se quede con su familia en Besullo a la espera de subir al caballo con el abuelo  y con las tres niñas, huir monte arriba y alcanzar un barco para unirse, quién sabe si  a Alejandro Casona, en el trayecto hacia la libertad. “Yo sin Balbina no puedo vivir” quizá no sean palabras suficientes  para  no salvarse de morir asesinado por los fascistas locales, pero sí son palabras necesarias. Tan necesarias como el amor de Balbina, como el amor sin Balbina

Cuando los golpistas mataron a su marido José Fernández, “el Valentín” del pueblo de Santamarina,  Pilar García dejó de llamarse Pilar y pasó a llamarse La Valentina. También puso ese nombre al negocio que emprendió tras la desaparición de su esposo y hoy todavía es posible ver en Cangas el rótulo “ La Valentina” en  los camiones de reparto y en la tienda, a cuya expansión contribuyó Paco, uno de los tres hijos del matrimonio. Echando cuentas, me salen ochenta años de exhibición pública del nombre de un hombre, el Valentín, a quien sus verdugos fascistas quisieron borrar del mapa y a quien el amor de La Valentina salvó del olvido, condenando  a sus asesinos a convivir día tras día con el recuerdo de su víctima.

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Los familiares de Farfante y el Valentin en el acto.

En octubre de 1984, Paco Fernández , uno de los tres hijos del Valentín, que acababa de conseguir una medio autorización del Ayuntamiento de Cangas, convocó en este lugar a la orilla del río, junto al castañón del ribazo de Fanquín, donde según los testigos, habían enterrado a sus padres, a Hilda, la mediana de las hijas del maestro cojo de Besullo; quería sacarlos de allí. Lo hicieron de tapadillo, con una excavadora y hasta con las manos, pero aquel día no pudieron encontrar sus cuerpos que según la leyenda yacían con las manos atadas entre sí. Desde entonces han transcurrido ya más de treinta años y esos dos cuerpos siguen sin aparecer porque no han sido buscados, porque el estado no quiere encontrarlos, porque no hace falta, porque hay que olvidar.
Entre tanto y hasta que todos juntos consigamos rescatar para este país la justicia, la reparación, el reconocimiento y los cuerpos de los hombres y mujeres que llenaron el espacio y el tiempo de amor a la humanidad, las familias erigimos monolitos con sus nombres para poder honrar, abrazar y besar en la piedra a la mejor generación que esta tierra haya dado nunca, los nombres de la gente que republicanamente, estuvo a punto de revolver y de resolver la historia.

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Representantes de IU de Asturias y Cangas del Narcea

Hoy día de San Valentín, guiño travieso de la historia, no son las familias sino las instituciones,  las encargadas de colocar el monolito en honor de Ceferino y de José. Sus nombres y la inscripción en la piedra darán fe de su vida y de su muerte a quienes al pasar por su lado se detengan a mirar. Gracias por la iniciativa** a  la Consejería de Presidencia del Principado de Asturias y en especial al Dtr. Gral de Justicia e Interior, J. Luis Villaverde.

Y para terminar un sortilegio: ¡Viva la república, viva esta república!

* Intervención de  Remedios Palomo en la inauguración del monolito de Bimeda (Cangas del Narcea), el 14 de febrero de 2015, en recuerdo de los fusilados el 12 de noviembre de 1936 en ese lugar: Ceferino Farfante Rodríguez y José Fernández Mora «El Valentín». El día anterior, Balbina, había sido asesinada en las proximidades  de Vega de Rengos.

Remedios Palomo dice de sí misma que «no soy nadie, cosa absolutamente cierta, pero como algo habrá que poner, solo decir que soy la nieta del alcalde republicano de El Arenal, un pueblo de Gredos en la provincia de Ávila. Entre noviembre de 1936 y febrero de 1937 los fascistas locales mataron a los padres de mi abuelo, a dos hermanos y a un cuñado, así como a mi propio abuelo. Colaboro con varias asociaciones y colectivos, en la actualidad con Memoria y Libertad en Madrid, encargada de la memoria de las personas fusiladas en la tapia del cementerio del Este, actual La Almudena, y con La Gavilla Verde, en Cuenca de recuperación del maqui.»

**El Gobierno de Asturias, en aquel entonces formado por la coalición Izquierda Unida y el PSOE, tuvo entre sus prioridades la recuperación de la memoria democrática. Para su desarrollo, el Viceconsejero de Bienestar Social, Ángel González de Izquierda Unida,realizó el encargo del mapa de fosas a la Universidad de Oviedo (http://tematico.asturias.es/asunsoci/fosas/) y el contrato de 81 monolitos para identificar y dignificar estos lugares por un valor de menos de 50.000 euros. Ya están instaladas 77, con el de ayer en Bimeda.
Lamentablemente, al diputado Ángel González, le supuso este contrato, una condena a 7 años de inhabilitación especial para empleo o cargo público por un delito de prevaricación administrativa. Junto a él, también, al Secretario General Técnico de la Consejería de Bienestar Social y Vivienda. Con el fallo firme, la condena está recurrida al TS, queda acreditada en la propia sentencia que no se produjo ninguna distracción o apropiación de fondos y que lo que estaba en cuestión era si el pocedimiento elegido para la contratación era una obra o un servicio. Gurtel’s y compañía siguen sin juzgar pero estos asuntos de forma sumaria.

 

2014, salir de la crisis o perpetuar el modelo

2014, salir de la crisis o perpetuar el modelo

(Publicación para Anuario de Asturias 2015)

El fin de 2014 llegó con la cantinela de la recuperación económica, de un cambio de tendencia que marcaba el principio del fin de la crisis. Más allá de los anuncios interesados del Gobierno –de los Gobiernos-, de los sesudos editoriales de los medios de comunicación entregados a la loa de los grandes poderes en la sombra que los controlan, o de las estadísticas sesgadas, que aceptan trabajos de unas pocas horas semanales para eliminar un parado de sus listas, lo que ha pasado en 2014 y lo que se puede esperar de 2015 dista bastante de lo que los ‘rajoy’, ‘sánchez’ o las ‘cospedales’ de turno anuncian, siguiendo el dictado de los ‘botines’ estructurales que, como ventrílocuos, los usan para extender un mensaje de recuperación falso.

De hecho, 2014 ha sido el año en el que se han sentado las bases para la perpetuación de un modelo en el que la exclusión dejó de ser cosa “pobres”, sin formación ni empleo, para extenderse a 2 millones de trabajadores y trabajadoras en activo, que ni siquiera ingresan lo suficiente para poder tener una vida con unos mínimos de bienestar.

En este contexto de empobrecimiento de la mayoría, la minoría que generó la crisis es hoy más rica de lo que era, más rica que nunca, porque en su negocio todo ha sido ganancia: en los tiempos de la bonanza, porque su rentabilidad no tenía límite y, tras la quiebra de la burbuja inmobiliaria y el crack bancario, las pérdidas no tuvieron que asumirlas, al endosárselas, de modos distintos, al Estado, es decir, a la ciudadanía. Así, ese Estado que se financia en un 80 por ciento de las rentas del trabajo, asumió las deudas del gran capital, que paga poco o no paga, aprovechándose de figuras como las SICAV, paraísos fiscales o directamente el fraude o las amnistías.

¿Qué dicen quienes sostienen que la crisis es pasado? Pues que ha bajado el número de desempleados. Callan la desesperanza que en esa disminución ha influido de forma decisiva el número de personas que, hastiadas de pasar por la oficina de los servicios de empleo, han perdido la ilusión, dándose de baja, incluso sin haber encontrado nuevos empleos. Ocultan el número de personas, una gran mayoría de jóvenes con una extraordinaria preparación, que han tenido que emigrar y que ya no se computan como desempleados, como tampoco se contabilizan los que obtienen un infraempleo, por unas pocas horas y con salario de miseria, con el que no podrán llegar a final de mes.

 El año que ha pasado ha sido el de la hipocresía y la mentira que pretende confundir recuperación económica con perpetuación de un modelo económico y político basado en la desigualdad, la pérdida de derechos laborales, sociales y ciudadanos. No es una exageración: a las reformas laborales, primero del PSOE y luego del PP, que legalizan la precarización de los trabajadores y trabajadoras, se suman los recortes en servicios y prestaciones básicas, como la salud –hoy nuestro sistema ya no es universal-, la educación o la protección social. Al tiempo, ante el malestar de la ciudadanía, el Gobierno, apoyado en el rodillo de su mayoría absoluta, ha decidido actuar en las libertades, en su recorte, con la reforma del Código Penal o con la aprobación de la Ley de Seguridad Ciudadana: el objetivo último es amordazar a la sociedad y evitar que la población pueda plantar cara a unas reformas que rompen el marco de juego que reconocía la Constitución de 1978, quebrada gracias a la connivencia y pacto entre el PSOE y el PP que, de espaldas a la gente, supeditaron los intereses de la mayoría a los del capital, con el cambio del artículo 135.

Ese es el contexto general que tiene su reflejo en Asturias con iguales resultados: decrece el paro y aumenta la precariedad. Se acortan derechos y prestaciones a la población en general y a quien más lo necesita en particular, pero se protege a las grandes fortunas.

Si había alguna duda respecto a la verdadera intención del PSOE de Javier Fernández, la pantomima de negociación presupuestaria que pretendió representar el Presidente ha dejado al descubierto que su sintonía con el PP es total, hasta el extremo de pactar las cuentas de la autonomía para 2015. Y es que 2014 ha sido la constatación del pacto entre el bipartidismo que desde IU denunciábamos desde 2013, cuando socialistas y populares se aliaban para bloquear la reforma electoral o, luego, cuando se blindaban en la Ley del Presidente. En 2015, el pacto se consuma, con unos presupuestos a la medida del bipartidismo: una fiscalidad injusta, que beneficia a los más ricos, cargando el peso de los impuestos en la gran mayoría de trabajadores, autónomos, comerciantes y pequeñas y medianas empresas. Y un gasto antisocial, porque la falta de ingresos se acompaña por una reducción del gasto social, que sería el único que reduciría la quiebra social que se está perpetrando y que el PP y el PSOE representan. Asturias se ha convertido en el laboratorio de ensayo del bipartidismo, como preludio de un gran pacto nacional si los resultados electorales ponen en peligro su continuidad en los Gobiernos y sus políticas subordinadas al auténtico poder en la sombra de las grandes corporaciones financieras y eléctricas.

La crisis no ha acabado para la gente que no encuentra empleo o que tiene un empleo que no le permite vivir con dignidad; la crisis seguirá ahí para la mayoría, toda vez que la recuperación no llega acompañada por la recuperación de los derechos políticos, civiles, económicos anteriores a que estallara la debacle económica.

Con esta radiografía, decir que 2014 fue el año en el que comenzó la recuperación es mentir a la gente.

Nos queda por delante un largo camino para recuperar esos derechos y ese bienestar que, en estos años, nos han arrebatado. 2015 debe convertirse en el punto de inflexión para que la ciudadanía recupere el poder que gobiernos felones le han hurtado.

Las elecciones autonómicas de mayo tienen que ser el punto de partida de un auténtico cambio en las políticas públicas. 2015 tiene que ser el año en el que el miedo cambie de bando e Izquierda Unida estará en primera línea, como lo ha hecho desde siempre, para defender los derechos de la ciudadanía, de la mayoría de la gente, frente a los privilegios del poder que, desde la sombra, ha gobernado desde hace demasiado tiempo. Y todos, incluida IU en los municipios, deben tener presente que la esperanza no pacta con el miedo, lo combate.

EN LA ENCRUCIJADA

Habrán leído y escuchado úl­timamente declaraciones interesadas sobre una me­joría de la situación econó­mica en Asturias y en Espa­ña; sobre el fin de la crisis y los recortes, so­bre una nueva etapa de progreso. No se de­jen engañar por esos discursos triunfalistas porque el fin de la crisis no será volver a la situación anterior a la misma. Hoy, aunque se acabara de un golpe el paro, tendríamos sobre la mesa importantes problemas que no los resolverá el pleno empleo.

Me gustaría poder decirles que lo peor ha pasado y que este año será el de la recu­peración, pero eso sería faltar a la verdad y, aunque me disgusta ser agorero, aún me incomoda más mentir y, si les dijera algo eso, les mentiría.

Quizá se pregunten que cómo puedo decir que, incluso, con el paro erradicado, no se habrán acabado los problemas. Les daré un dato y entenderán perfectamente de qué hablo: En España, hoy, hay más de 10 millones de pobres y, de éstos, 2 millones son personas que tienen empleo. Y ahí radi­ca mi afirmación, y mi lamento. Es verdad que, tímidamente, se está creando empleo, pero se trata de empleos de mala calidad, con sueldos tan bajos como para que sus perceptores sigan siendo pobres. Muchos de ellos a tiempo parcial, incluso algunos menos que eso, unas pocas horas reparti­das a lo largo de la semana.

Los indicadores macroeconómicos pueden ser buenos, pero a mí me intere­sa hablar de los microeconómicos porque son los que darán la auténtica radiografía de la salud real del país. En los hogares de la gente no caben discursos triunfalistas, porque de poco sirve que la prima de ries­go baje a 125 puntos básicos o se ponga en los 500: el bipartidismo ha aprovechado la crisis para dar un auténtico golpe de estado al modelo social y a la misma democracia. He elegido la prima de riesgo porque con ella nos han estado metiendo el miedo en el cuerpo, con un uso del lenguaje tan inte­resado como los discursos sobre el fin de la crisis. No es lo mismo hablar de 125 puntos básicos, o 500, que decir que la deuda es­pañola es un 1,25% más cara, en el primer caso, o un 5%, en el segundo. Seguro que la segunda forma de expresar lo mismo da menos miedo.

La economía va bien, dijo Aznar, re­petía Zapatero y salmodia Rajoy, pero las prestaciones por desempleo son menores y millones de personas no tienen ningún ingreso; las reformas laborales, primero la del PSOE y luego la del PP, han merma­do los derechos laborales y nunca fue tan fácil y barato como despedir a la gente; la fiscalidad es hoy más injusta y, mientras se conceden amnistías a los defraudadores, se rebaja la presión fiscal a grandes fortunas y conglomerados económicos, se aumen­tan los impuestos a quienes viven de una nómina, a los autónomos, y al pequeño y mediano comercio.

Hablar de la España de 2015 es hablar de la mayor vulnerabilidad de la infancia, también en Asturias, donde 1 de cada cua­tro menores está en situación de pobreza y 1 de cada 10 con privaciones severas, si atendemos a las familias con dos menores a su cargo. La sanidad ya no es universal, y los copagos están alejando de la adecuada atención a su salud a grupos especialmente vulnerables. En educación hay una retrac­ción de los presupuestos, con menos recur­sos no solo para mantener el sistema, sino para ayudas al estudio, mediante becas o subvenciones a la adquisición de material escolar.

Para cerrar el círculo, en 2015 nuestra sociedad es menos democrática y, con el fin de amordazar a quienes levanta la voz, para defenderse, para criticar la involución, se les condena, incluso a la cárcel. Aunque pueda sonar exagerado, gracias al cambio en la Ley de Seguridad Ciudadana y en el Código Penal, España volverá a tener pre­sos políticos.

Pero no todo son malas noticias. 2015 debe ser también el año del cambio. La ciudadanía tiene la oportunidad de decir basta a políticas bastardas y a quienes las han sostenido, traicionando a la gente para ponerse al servicio de los poderosos. Quie­nes nos han traído hasta aquí tratarán por todos los medios de perpetuarse, haciendo de los gobiernos títeres del auténtico poder en la sombra. Ya lo ven en Grecia, donde se trata de ganar las elecciones no con los vo­tos, sino con las amenazas que llegan des­de Alemania. En casa, más de lo mismo: PSOE y PP juegan a los pactos, empezan­do por Asturias, de la que han hecho su la­boratorio para ver si, tras el examen de las autonómicas y municipales, pueden exten­der a las elecciones generales sus compo­nendas ante el temor a perder el poder.

Estamos en la encrucijada y 2015 será tan bueno como para parar el golpe de es­tado al bienestar y la democracia o tan ma­lo como para que quienes nos han engaña­do para robarnos logren, una vez más, apa­rentar que son corderos. Son lobos y este año tenemos la oportunidad de pararlos.

Manuel González Orviz
Coordinador de IU Asturias

Publicado en Asturias Diario
10 de enero de 2015
http://www.asturiasdiario.es/web/?p=19927

JULIO ROZADA CALLEJA «EL CHORE», DE LOS CUATRO DEL BESCÓN

Julio Rozada Calleja «El Chore», de Los cuatro del Bescón

Cumplidos los 18 años, en torno a 1911, se va a Argentina, donde vivían unos parientes, buscando fortuna o huyendo de la leva, o quizás ambas cosas, no se sabe. Al cabo de unos años vuelve y contrae matrimonio con Ludeva, la de El Batán, Ludivina Cuello Rozada, con la que tiene cuatro hijos: José, Ignacio, Ángel y Domitila. Sus nietos, Julio y Antonia, coinciden en señalar que estuvo un par de años en Argentina -la foto que se acompaña es realizada allá-. No obstante, teniendo en cuenta que su primer hijo nace hacia 1924, hay que dudar de la exactitud de esta fechas.

Para Antonia, su abuelo «fue mineru». Para, otro nieto, Julio, «fue carniceru, de ahí el apodo de El Chore, por los chorizos». La seguridad de ambos, en sus afirmaciones, hace pensar que quizás pudiera haber simultaneado o desarrollado, en diferentes fases de su vida, ambas actividades. «En la casa se conservaba, por ahí andará, una libreta con los apuntes de los ingresos y las deudas de la carnicería», sostiene Julio. La dudas son lógicas. El miedo habitaba las mentes de los vencidos. El terror impuesto por los vencedores que, todopoderosos, te daban o quitaban la vida. Así se entiende lo que suspira Antonia, ante su conocimiento vago de los hechos, y el interés de su hijo adolescente, que con los ojos abiertos, como platos, quería conocerlo y entenderlo todo; se acababa de enterar: «mi tíu Ignacio y mi madre, de esto, nun quisieron saber más».

Hombre de izquierdas, por la edad, no parece haber participado ni en la Revolución del 34 ni en la Guerra Civil. Tras la derrota en Asturias, sufre la presión como desafecto al régimen. «Tuvo qu’echase al monte. Por lo de la política y por denuncias de xente que-y debín perres -dice Julio, que asevera-, hay un libro de cuentes en casa con lo que-y debín»

Ya «fugau», le suministraba, en ocasiones, su hijo Ángel, que tenía 9 años cuando mataron a su padre. Éste contó a sus hijos las «más de ochenta palices que-y dieron a Ludeva pa que cantara donde taba el marido», y, a pesar de que ella se protegía abrazándose a su hija Domitila, de menos de tres años, la edad que tenía a la muerte de su padre, la machacaron «¡Cómo sí-y dieran a un colchón!». Los otros dos hijos, José e Ignacio, sólo tenían catorce y doce años cuando lo asesinaron.

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Herido de muerte en el Bescón de Ludivina. Fueron traicionados. Allí también resultó fatídicamente herido Arsenio González Llaneza, «El Llargu», y les segaron la vida a Alfredo Llaneza González, «El Gitano», y a José García Álvarez, «Barrendero». Un tiro le atravesó el abdomen; se dice que fue herido al saltar la pared de piedra que cercaba el Bescón, «pa contra la mata», y alcanzado al erguirse para superarlo. En este estado, pudo contactar con Ludeva, su mujer, que intentó curarlo, pero se le fue la vida a los seis u ocho días. Falleció en un abrigo natural, en el que lo tenia escondido, en el Picu Mayau-Robellá, parroquia de Santa Bárbara, en San Martín del Rey Aurelio, muy cerca y un poco por encima de donde hoy se encuentra el depósito de agua que suministra al pueblo de la Robellá.

La persecución, hasta el exterminio, de aquellas personas leales a la causa de la República y de la libertad no se agotaba con el asesinato: se le negó un digno entierro, el reposo en el cementerio de la Hijuela. Ludeva, hijos y familia, sepultaron a Julio detrás de casa. Sobre su tumba, en ese mismo lugar, un par de rosales, de rojas rosas, que Ignacio y Domitila cuidaban y protegían como un testimonio, permanecieron hasta hace pocas fechas. Aún hoy, su nieta es capaz de mostrar a su hijo, bisnieto de julio, el lugar exacto donde estuvo enterrado. Creo que, en breves fechas, Ignacio hará que vuelvan a florecer.

No hay acuerdo sobre el tiempo que permaneció en ese lugar. Ignacio, el hijo fallecido, me contó en cierta ocasión que bastante tiempo. Sin embargo, no pasó del mes. Sus restos reposaron en una tumba que compartió, ya explicaré con quién, hasta que una reforma del cementerio se la llevó por delante y con ella, sus restos. Hoy sólo puebla nuestra memoria, pues sus huesos están en el osario o quizás bajo cualquier fila de nichos.

El 30 de julio de 1952, en el pueblo de La Cruz, justo enfrente donde salía, y sigue entroncando, la carretera al Pozu mineru del Socabón, los fascistas exhibían orgullosos y vejaban los cadáveres de Andrés Llaneza Rozada «El Gitano» y de Fernando Alvarez Iglesias, «el Alcalde de Les Bareres», a los que acaban de dar «caza» -el lenguaje de los desalmados hace más realista la imagen-. En persecución implacable, les quedaban pocos por «cazar». Cuentan que, ante la inhumanidad y la falta de respeto a los cadáveres de sus dos vecinos, a los que pateaban y tampoco les querían dar reposo en un lugar digno, José, el huérfano de «El Chore», el mayor de los hijos, levantó la voz y dijo: «¡que los entierren con mi padre!». Así permanecieron juntos los cuatro, porque a éstos se sumó el cuerpo de Ovidio «El Gitano», asesinado en Polio.

De José no se volvió a saber. Aquella noche ya no durmió en casa. Había sido obligado a cavar una fosa amplia para enterrarlos en el cementerio de Santa Bárbara. Terminada la tarea, le indicaron que les acompañará al cuartel. Temiendo lo que le esperaba, posiblemente torturas hasta la muerte, pidió permiso para ir a cambiarse a lo que accedieron. Los vecinos acompañaban a los familiares de los difuntos. Quizás presumían, los de la brigadilla y sus cómplices, que las represalias sobre José podrían posponerse a un lugar y momento de menor visibilidad. ¿Les importaría? Su casa, en El Batán, estaba a quinientos metros del cementerio, le autorizaron a hacerlo. Afortunadamente, José aprovechó este permiso y un descuido para fugarse y tras un largo periplo consiguió pasar a Francia. Se sabe que residió en Montluçon y que contrajo matrimonio con Gentina Ordiz, de la familia del Furcu de la misma parroquia. Ésta había sido novia de otro fugau, Ladino (Aladino Suárez González, de la Seca l’Agua, asesinado en Orizón – Nava) y terminó exiliada con el hijo que tenían. Gentina y José tuvieron dos hijos más.

Asturias, 17 de febrero de 2013

ASALTAR EL CIELO CON LOS PIES EN LA TIERRA

Asaltar el cielo con los pies en la tierra
Publicado Asturias Diario, 15 de diciembre de 2014

Esta semana anuncié que concurriré a las primarias de IU para la presidencia del Principado de Asturias. Hubiera preferido esperar al día 17, fecha en la que se abría el plazo de presentación de precandidatos, pero la realidad me obligó a adelantarlo. Lo hice siguiendo la organicidad que considero imprescindible y antes de hacerlo público me reuní con los coordinadores locales de Izquierda Unida, para comunicárselo. No pedí el apoyo porque he renunciado, de forma explícita, a las prerrogativas que, como coordinador general, me facilita mi cargo para presentarme. Lo he hecho así porque creo en las primarias, un proceso que ya planteé como necesario en 2012, cuando accedí a la coordinación, y eso me obliga a concurrir en igualdad de condiciones con el resto de afiliados y simpatizantes que quieran hacerlo.

Decidí presentarme por un sentido de responsabilidad que creo debe exigírsele a un dirigente político en una situación como la actual, con decenas de miles de personas que sufren la crisis, los recortes y el vaciamiento de los elementos de protección que garantizaba la Constitución de 1978. En los últimos años, PSOE y PP laminaron buena parte de los derechos de la ciudadanía, tras el cambio del artículo 135, supeditando los intereses de la ciudadanía a los de los grandes poderes económicos.

En estos días, muchas fuerzas se presentan como respuesta a los problemas de la gente; claman con mensajes absolutamente inversos a sus hechos, y no tiene que sorprender, porque han sido tantas las veces en las que dijeron una cosa e hicieron la contraria, que tienen tablas para seguir en el escenario sin importarles el pataleo del público. Estas elecciones llegan además con otras fuerzas, unas más a la izquierda, otras de amplio espectro y, cómo no, también a la derecha. Como estamos en navidad, al escuchar muchos de sus mensajes tengo la impresión de leer cartas a los reyes magos.

IU ha iniciado un nuevo proceso de apertura que viene de lejos, por más que algunos se empeñen en hacer creer que ese impulso es consecuencia de factores externos o que han inventado algo. No es cierto. Nuestro programa incluye cuestiones básicas para la defensa de los derechos sociales, políticos y económicos de la gente desde hace mucho. Desde que estalló la crisis, en 2007, IU ha estado en solitario como organización oponiéndose a los recortes, alertando de que con la contención del gasto público la economía iría a peor y que el desempleo aumentaría. Hoy tenemos la satisfacción de ver que nuestro mensaje lo hacen suyo otras fuerzas, pero con la tristeza de que hayan tardado tanto en darse cuenta, acrecentando el sufrimiento para los parados y paradas, para las familias desahuciadas, para una juventud que ha tenido que emigrar ante la falta de oportunidades. Han sido los años y las políticas contra las personas dependientes, contra la gente mayor. Ningún colectivo se ha librado de ver mermados sus ingresos, las prestaciones y coberturas sociales, salvo esa pequeñísima proporción de la población que hoy es, a costa del resto, más rica que ayer.

Me presento a las primarias con el objetivo de que IU sea la fuerza que pueda parar el golpe a la ciudadanía. Nosotros decimos lo que hacemos y hacemos lo que decimos: nuestros programas electorales los consideramos un contrato con la gente. En estos tiempos que vendrán de promesas, me gustaría llevar a la gente un mensaje de esperanza: es posible frenar esta deriva, dar soluciones para que la gente viva mejor. No pedimos nada extraño, bastaría con que se cumpliera la Constitución del 1978, sin artículos 135 modificados para mayor beneficio de los poderosos y, ahora sí, con las modificaciones necesarias para cumplir con los derechos humanos, garantizar pan, techo y trabajo, derechos, servicios públicos y libertades.

Como les decía, llegarán muchos con promesas que ya incumplieron y otros con promesas que seguramente no cumplan. En IU, lo que ofrecemos son medidas cuantificadas, en el gasto y en el ingreso, porque solo si se hace así se puede prometer con el objetivo de cumplir. Queremos asaltar el cielo con los pies en la tierra, con el apoyo de la ciudadanía, con un programa de transformación y con realismo, sabiendo que queremos seguir mirando a la gente a los ojos y diciendo que todas y cada una de las promesas que van en nuestro programa electoral no son tales promesas, sino que son propuestas realizables porque, siempre, para nosotros, los programas electorales son un contrato con la ciudadanía.

http://www.asturiasdiario.es/web/?p=19494

OsteoEMpatía

Acerados dedos que hunde precisos en la piel, pinzas metálicas y cálidas. Son los ojos con los que descubre las dolencias sabiendo, ¡cuánto agrado!, cómo reducirlas. Presiona, estruja, aprieta, retuerce, golpea, estira cada músculo y articulación, aminora el dolor o lo hace aún más intenso para rebajarlo, luego. Relaja la mente, derrota las iniciales resistencias.

Pronto comienzas a desear que no te abandone, que no cese su labor, su entrega a ti. Inerme, te das, te dejas hacer. Te gusta, te aficionas porque te sientes mejor. Mudo, esperas, atiendes paciente, que haga de ti, sus prácticas. Vas sufriendo su sádico proceder, pero te hace sentir mejor. Esperas que en cada momento, que en cada acción o que cada día incremente la intensidad. Lo deseas pero lo temes. Te sienta bien, te hace estarlo y sigues sin querer que acabe. Disfrutas, como no hubiera imaginado von Masoch, superando las fronteras del dolor y el mal. Deseando habitarlas.

Se acompaña de la voz para hablar de las intrascendentes cosas importantes de la vida y para advertirte -mientras se regodea, seguro. No debemos ser gente muy normal- de lo que vas a sufrir, para hacerte saber qué sabe cuánto daño te hace y para qué; y para aplicarte un plus que mezcle tus lamentos con su sonrisa, que intuyes y no puedes ver. Cuando mejor estás, la relación se distancia. Incluso sintiéndote mejor, echarás de menos su estimulante provocación del mal, para así tener ocasión de volver a iniciarlo. Pero te vistes, dejas tus 28 euros y te vas para volver.