ASALTAR EL CIELO CON LOS PIES EN LA TIERRA

Asaltar el cielo con los pies en la tierra
Publicado Asturias Diario, 15 de diciembre de 2014

Esta semana anuncié que concurriré a las primarias de IU para la presidencia del Principado de Asturias. Hubiera preferido esperar al día 17, fecha en la que se abría el plazo de presentación de precandidatos, pero la realidad me obligó a adelantarlo. Lo hice siguiendo la organicidad que considero imprescindible y antes de hacerlo público me reuní con los coordinadores locales de Izquierda Unida, para comunicárselo. No pedí el apoyo porque he renunciado, de forma explícita, a las prerrogativas que, como coordinador general, me facilita mi cargo para presentarme. Lo he hecho así porque creo en las primarias, un proceso que ya planteé como necesario en 2012, cuando accedí a la coordinación, y eso me obliga a concurrir en igualdad de condiciones con el resto de afiliados y simpatizantes que quieran hacerlo.

Decidí presentarme por un sentido de responsabilidad que creo debe exigírsele a un dirigente político en una situación como la actual, con decenas de miles de personas que sufren la crisis, los recortes y el vaciamiento de los elementos de protección que garantizaba la Constitución de 1978. En los últimos años, PSOE y PP laminaron buena parte de los derechos de la ciudadanía, tras el cambio del artículo 135, supeditando los intereses de la ciudadanía a los de los grandes poderes económicos.

En estos días, muchas fuerzas se presentan como respuesta a los problemas de la gente; claman con mensajes absolutamente inversos a sus hechos, y no tiene que sorprender, porque han sido tantas las veces en las que dijeron una cosa e hicieron la contraria, que tienen tablas para seguir en el escenario sin importarles el pataleo del público. Estas elecciones llegan además con otras fuerzas, unas más a la izquierda, otras de amplio espectro y, cómo no, también a la derecha. Como estamos en navidad, al escuchar muchos de sus mensajes tengo la impresión de leer cartas a los reyes magos.

IU ha iniciado un nuevo proceso de apertura que viene de lejos, por más que algunos se empeñen en hacer creer que ese impulso es consecuencia de factores externos o que han inventado algo. No es cierto. Nuestro programa incluye cuestiones básicas para la defensa de los derechos sociales, políticos y económicos de la gente desde hace mucho. Desde que estalló la crisis, en 2007, IU ha estado en solitario como organización oponiéndose a los recortes, alertando de que con la contención del gasto público la economía iría a peor y que el desempleo aumentaría. Hoy tenemos la satisfacción de ver que nuestro mensaje lo hacen suyo otras fuerzas, pero con la tristeza de que hayan tardado tanto en darse cuenta, acrecentando el sufrimiento para los parados y paradas, para las familias desahuciadas, para una juventud que ha tenido que emigrar ante la falta de oportunidades. Han sido los años y las políticas contra las personas dependientes, contra la gente mayor. Ningún colectivo se ha librado de ver mermados sus ingresos, las prestaciones y coberturas sociales, salvo esa pequeñísima proporción de la población que hoy es, a costa del resto, más rica que ayer.

Me presento a las primarias con el objetivo de que IU sea la fuerza que pueda parar el golpe a la ciudadanía. Nosotros decimos lo que hacemos y hacemos lo que decimos: nuestros programas electorales los consideramos un contrato con la gente. En estos tiempos que vendrán de promesas, me gustaría llevar a la gente un mensaje de esperanza: es posible frenar esta deriva, dar soluciones para que la gente viva mejor. No pedimos nada extraño, bastaría con que se cumpliera la Constitución del 1978, sin artículos 135 modificados para mayor beneficio de los poderosos y, ahora sí, con las modificaciones necesarias para cumplir con los derechos humanos, garantizar pan, techo y trabajo, derechos, servicios públicos y libertades.

Como les decía, llegarán muchos con promesas que ya incumplieron y otros con promesas que seguramente no cumplan. En IU, lo que ofrecemos son medidas cuantificadas, en el gasto y en el ingreso, porque solo si se hace así se puede prometer con el objetivo de cumplir. Queremos asaltar el cielo con los pies en la tierra, con el apoyo de la ciudadanía, con un programa de transformación y con realismo, sabiendo que queremos seguir mirando a la gente a los ojos y diciendo que todas y cada una de las promesas que van en nuestro programa electoral no son tales promesas, sino que son propuestas realizables porque, siempre, para nosotros, los programas electorales son un contrato con la ciudadanía.

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