YO SIN BALBINA NO PUEDO VIVIR

Yo sin Balbina no puedo vivir

De Remedios Palomo*

“Yo sin Balbina no puedo vivir”. Con estas palabras respondió Ceferino Farfante a su interlocutor  en Cangas el día 12 de septiembre de 1936, cuando éste trató de advertirle del serio peligro que corría su vida si continuaba en el empeño de encontrar a su mujer.

“Yo sin Balbina no puedo vivir” quizá no sean suficientes palabras para entender que Ceferino no se quede con su familia en Besullo a la espera de subir al caballo con el abuelo  y con las tres niñas, huir monte arriba y alcanzar un barco para unirse, quién sabe si  a Alejandro Casona, en el trayecto hacia la libertad. “Yo sin Balbina no puedo vivir” quizá no sean palabras suficientes  para  no salvarse de morir asesinado por los fascistas locales, pero sí son palabras necesarias. Tan necesarias como el amor de Balbina, como el amor sin Balbina

Cuando los golpistas mataron a su marido José Fernández, “el Valentín” del pueblo de Santamarina,  Pilar García dejó de llamarse Pilar y pasó a llamarse La Valentina. También puso ese nombre al negocio que emprendió tras la desaparición de su esposo y hoy todavía es posible ver en Cangas el rótulo “ La Valentina” en  los camiones de reparto y en la tienda, a cuya expansión contribuyó Paco, uno de los tres hijos del matrimonio. Echando cuentas, me salen ochenta años de exhibición pública del nombre de un hombre, el Valentín, a quien sus verdugos fascistas quisieron borrar del mapa y a quien el amor de La Valentina salvó del olvido, condenando  a sus asesinos a convivir día tras día con el recuerdo de su víctima.

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Los familiares de Farfante y el Valentin en el acto.

En octubre de 1984, Paco Fernández , uno de los tres hijos del Valentín, que acababa de conseguir una medio autorización del Ayuntamiento de Cangas, convocó en este lugar a la orilla del río, junto al castañón del ribazo de Fanquín, donde según los testigos, habían enterrado a sus padres, a Hilda, la mediana de las hijas del maestro cojo de Besullo; quería sacarlos de allí. Lo hicieron de tapadillo, con una excavadora y hasta con las manos, pero aquel día no pudieron encontrar sus cuerpos que según la leyenda yacían con las manos atadas entre sí. Desde entonces han transcurrido ya más de treinta años y esos dos cuerpos siguen sin aparecer porque no han sido buscados, porque el estado no quiere encontrarlos, porque no hace falta, porque hay que olvidar.
Entre tanto y hasta que todos juntos consigamos rescatar para este país la justicia, la reparación, el reconocimiento y los cuerpos de los hombres y mujeres que llenaron el espacio y el tiempo de amor a la humanidad, las familias erigimos monolitos con sus nombres para poder honrar, abrazar y besar en la piedra a la mejor generación que esta tierra haya dado nunca, los nombres de la gente que republicanamente, estuvo a punto de revolver y de resolver la historia.

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Representantes de IU de Asturias y Cangas del Narcea

Hoy día de San Valentín, guiño travieso de la historia, no son las familias sino las instituciones,  las encargadas de colocar el monolito en honor de Ceferino y de José. Sus nombres y la inscripción en la piedra darán fe de su vida y de su muerte a quienes al pasar por su lado se detengan a mirar. Gracias por la iniciativa** a  la Consejería de Presidencia del Principado de Asturias y en especial al Dtr. Gral de Justicia e Interior, J. Luis Villaverde.

Y para terminar un sortilegio: ¡Viva la república, viva esta república!

* Intervención de  Remedios Palomo en la inauguración del monolito de Bimeda (Cangas del Narcea), el 14 de febrero de 2015, en recuerdo de los fusilados el 12 de noviembre de 1936 en ese lugar: Ceferino Farfante Rodríguez y José Fernández Mora «El Valentín». El día anterior, Balbina, había sido asesinada en las proximidades  de Vega de Rengos.

Remedios Palomo dice de sí misma que «no soy nadie, cosa absolutamente cierta, pero como algo habrá que poner, solo decir que soy la nieta del alcalde republicano de El Arenal, un pueblo de Gredos en la provincia de Ávila. Entre noviembre de 1936 y febrero de 1937 los fascistas locales mataron a los padres de mi abuelo, a dos hermanos y a un cuñado, así como a mi propio abuelo. Colaboro con varias asociaciones y colectivos, en la actualidad con Memoria y Libertad en Madrid, encargada de la memoria de las personas fusiladas en la tapia del cementerio del Este, actual La Almudena, y con La Gavilla Verde, en Cuenca de recuperación del maqui.»

**El Gobierno de Asturias, en aquel entonces formado por la coalición Izquierda Unida y el PSOE, tuvo entre sus prioridades la recuperación de la memoria democrática. Para su desarrollo, el Viceconsejero de Bienestar Social, Ángel González de Izquierda Unida,realizó el encargo del mapa de fosas a la Universidad de Oviedo (http://tematico.asturias.es/asunsoci/fosas/) y el contrato de 81 monolitos para identificar y dignificar estos lugares por un valor de menos de 50.000 euros. Ya están instaladas 77, con el de ayer en Bimeda.
Lamentablemente, al diputado Ángel González, le supuso este contrato, una condena a 7 años de inhabilitación especial para empleo o cargo público por un delito de prevaricación administrativa. Junto a él, también, al Secretario General Técnico de la Consejería de Bienestar Social y Vivienda. Con el fallo firme, la condena está recurrida al TS, queda acreditada en la propia sentencia que no se produjo ninguna distracción o apropiación de fondos y que lo que estaba en cuestión era si el pocedimiento elegido para la contratación era una obra o un servicio. Gurtel’s y compañía siguen sin juzgar pero estos asuntos de forma sumaria.

 

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